La gente realmente se ve según su nombre. Eso afirma un estudio de la Universidad de Jerusalem, publicado por la Revista de Personalidad y Psicología Social.

La autora del estudio, Yonat Zwebner, aclaró que como sociedad, tenemos ciertas expectativas y patrones asociados a diversos nombres en particular, y por otro lado, las personas alteran de manera subconsciente su apariencia para ajustarse a las normas culturales asociadas a sus nombres.

Además, esto va asociado a los estereotipos asociados a diversos nombres, como por ejemplo, en Estados Unidos, se evalúa mejor a una persona llamada Katherine que a una llamada Bonnie.